Lunes
El
encima. Esta es la conocida y archiusada postura "del misionero". Se
llama así porque los curas protestantes que enviaban a misiones tenían
que estar casados y antes de irse les entregaban un manual con todas las
indicaciones para su vida sexual. La única postura permitida para ellos
era la de el chico encima, por eso se la llama del misionero. Todos
sabemos como se hace por eso propongo unas variaciones interesantes a
esta postura,
1. Él dentro.
Es la que más se conoce de todas las variantes para realizar el coito.
Se trata de que la mujer se tumbe boca arriba, ya sea en la cama o en
el suelo, con las piernas extendidas y el hombre se tumbe encima de
ella, con sus piernas también extendidas entre las de la mujer. Ella le
abraza por la espalda, mientras él con sus manos le sujeta los hombros
por debajo de los brazos. Cuando ya ha hecho la penetración profunda, él
cierra las piernas y las desliza entre las de su pareja, el pene así
queda atrapado y la fricción es muy grande para él y para ella, porque
toda la zona genital entra en contacto con el pubis de él. El problema
principal de este tipo de postura es que la mujer se siente como en un
cepo porque el peso del hombre no le permite moverse.
2. Piernas de ella sobre los muslos.
El hombre se tumba encima de la mujer, que también está tumbada boca
arriba, en un principio ambos con las piernas extendidas. Ella levanta
las piernas por encima de los muslos de su compañero. La mujer mantiene
la parte superior de sus brazos apoyados y dobla los codos, el hombre le
coge sus manos entre las de él de forma entrelazada. Para variar la
profundidad de la penetración, el hombre debe cambiar el ángulo de sus
muslos e inclinarse suavemente sobre los muslos de su compañera. Esta
postura no permite una penetración muy profunda, pero es sumamente
erótica.
3. Ella en arco.- El hombre se tumba
encima de la mujer que está boca arriba, ella arquea la espalda y
levanta el cuerpo abriendo bien los muslos. La mujer se apoya sobre sus
hombros y sus brazos que coloca detrás de su cabeza y sobre los pies. El
hombre está de rodillas, pero con su cuerpo inclinado hacia el cuerpo
de la mujer y se apoya sobre sus manos para no dejar caer el peso de su
cuerpo sobre su compañera. En esta postura el clítoris queda totalmente
expuesto al frotamiento durante el coito, por lo que suele proporcionar
un gran placer a la mujer. Pero requiere muy buena forma física por
parte de ambos.
4. La mujer se tumba de espaldas y el hombre se pone delante de ella de rodillas con las piernas un poco separadas.
La mujer levanta sus nalgas y las apoya en los muslos de su compañero.
Dobla las piernas hasta que sus rodillas toquen sus pechos y apoya la
planta de los pies en el pecho del hombre. La mujer empuja con sus pies y
presiona el pecho de su compañero con los dedos. Mientras él se agarra a
las piernas de ella, sujetándola por los tobillos o las rodillas para
controlar así los movimientos de penetración.
Martes
Ella
encima. Pero no solo hay posturas en las que ella está debajo y él
encima también puede cambiarse y que sea él que permanezca con la
espalda sobre el colchón o el suelo. En esta es la postura opuesta a la
del misionero, se trata de que sea el hombre el que esté tumbado boca
arriba con las piernas extendidas. Es buena cuando la corpulencia de él
no permite la del misionero o simplemente para cambiar.
5. De frente:
El hombre se tumba boca arriba con las piernas extendidas. La mujer se
sienta a horcajadas sobre los muslos de su compañero, de cara a él. Una
vez que la mujer ha sido penetrada, ella inclina su cuerpo hacia
adelante hasta descansar en el pecho de su compañero, mantiene las
piernas flexionadas a los costados de él, quien le sujeta las nalgas
para ayudarla en los movimientos coitales. Los brazos de la mujer
descansan por encima de los hombros de su compañero.
6. De la entrega:
El hombre se tumba boca arriba con las piernas extendidas. La mujer se
sienta a horcajadas sobre los muslos de su compañero, de cara a él. Una
vez que la mujer ha sido penetrada, ella inclina su cuerpo hacia
adelante hasta descansar en el pecho de su compañero, mantiene las
piernas flexionadas a los costados de él, quien le sujeta las nalgas
para ayudarla en los movimientos coitales. Los brazos de la mujer
descansan por encima de los hombros de su compañero.
7. Cabalgando:
En esta posición el hombre se tumba de espaldas con las piernas
flexionadas de modo que sus muslos ofrezcan un punto de apoyo para la
mujer. Ella se sienta a horcajadas encima de las piernas de su compañero
y dirige manualmente el pene hacia su vagina y se recuesta en los
muslos del hombre, quien queda con las manos libres para acariciar los
pechos de la mujer, o si se quiere conseguir una excitación mayor, puede
acariciar su clítoris. La mujer apoyando sus manos en la pelvis de su
compañero, debe moverse hacia arriba y hacia abajo, de tal forma que sus
movimientos gratifiquen la penetración. En su movimiento ascendente
debe levantar el arco pelviano hacia adelante, mientras que en el
movimiento descendente su pelvis debe estar lo más atrás posible. Con
esta postura y estos movimientos se consigue una penetración muy
profunda.
8. Los Dos Tumbados:
El hombre se tumba de espaldas con las piernas un poco flexionadas y
separadas. La mujer se sienta a horcajadas de cara a su compañero, en un
primer momento con las piernas dobladas a los lados del hombre. Ella
coge el pene con la mano para introducirlo en la vagina. Luego ambos se
cogen de las manos y él ayuda a la mujer que va echando su cuerpo hacia
atrás lentamente, mientras estira sus piernas en dirección a los hombros
de su compañero. Él le suelta una de las manos, por ejemplo la derecha y
con ella le coge el muslo izquierdo a la mujer para ayudarla a
inclinarse hacia atrás. La pierna derecha del hombre está ligeramente
doblada hacia un lado. Ella tiene que continuar su inclinación hasta que
su cabeza quede apoyada en la cama o en el suelo.
Miércoles
Las
posturas de pie, Las posturas de pié son estupendas cuando la urgencia
es mucha y no te da tiempo de llegar a una cama, puedes hacerlo en
cualquier lugar o momento y si la practicas encontraras que tiene unos
puntos muy excitantes. Incluso si tu chico es fuerte y tu no muy
robusta, él puede llevarte a la cama durante la penetración.
9. De pie.
El hombre se apoya de espaldas sobre una pared con los pies bien
plantados en el suelo y la mujer delante de él con las piernas
semiabiertas para facilitar la penetración y los pies en el suelo. Para
facilitar los movimientos de penetración la mujer se pone en punta de
pies y los levanta y los baja. Ella le coge al hombre por el cuello o
por los hombros pasando los brazos por la espalda de su compañero, el
hombre la coge de las caderas y le ayuda en los movimientos.
10. Suspendida.-
El hombre se debe apoyar de espaldas sobre una pared. La mujer,
delante de él, le rodea el cuello y la nuca con sus manos, él la levanta
hasta sentarla sobre sus manos entrelazadas o la sujeta firmemente por
los muslos. Ella pasa los muslos por las caderas de su compañero y apoya
los pies en la pared para moverse. El hombre debe abrir y flexionar un
poco las piernas para mantener el equilibrio.
11. Del ascensor.-
El hombre apoya su espalda sobre una pared, mientras la mujer está de
pie delante de su compañero. Él se agacha y pasa sus brazos por debajo
de las rodillas de la mujer, sosteniéndola por el hueco de los brazos,
alzala hasta la altura de los riñones, mientras ella le abraza el cuello
con las dos manos. Si la mujer mantiene las piernas extendidas y
colgando la penetración resultará muy difícil, en cambio si ella afirma
los pies en la pared o dobla las piernas de modo que pueda apoyarlas en
las caderas del hombre, la penetración será mayor.
12. Flexionada:
En esta posición ambos están de pie, sólo que la mujer le está dando la
espalda al hombre. Ella se debe doblar sobre sí misma, hasta poner las
manos en el suelo y una vez que el hombre la ha penetrado, sosteniéndola
con su manos firmemente por las caderas, ella retira las manos del
suelo y las echa hacia atrás hasta apoyarlas en las piernas del hombre,
las coge fuertemente para mantener el equilibrio y el hombre inclina su
cuerpo hacia adelante hasta tocar con su pecho la espalda de la mujer.
El hombre debe procurar no hacer descansar el peso de su cuerpo sobre el
de la mujer. Esta también es una postura muy difícil de mantener, por
lo que se debe realizar durante un corto período de tiempo.
Jueves
Sentados.-
Estas posturas son divertidas para hacerlas en el suelo como
complemento de una pausada sesión de amor. Son estupendas para mirarse a
los ojos y para aprender a acompasar los movimientos.
13. Cara a Cara:
El hombre debe estar sentado con la espalda apoyada en un respaldo y
con las piernas extendidas y abiertas. La mujer se sienta a horcajadas
sobre él, mirándole a la cara, y apoya parte de sus nalgas en los muslos
del hombre. Por su parte él le sujeta a la mujer parte de las nalgas
con sus manos y así puede mover la pelvis de su compañera para permitir
una penetración muy profunda. Como las manos de ella están libres puede
acariciar el cuerpo de su compañero o bien el suyo propio. En esta
postura se recomienda que sea la mujer la que lleve el ritmo de los
movimientos coitales.
14. Sentada Posterior: El hombre
se sienta con la espalda apoyada en un respaldo cómodo, mientras la
mujer se sienta en su regazo, a horcajadas, dándole la espalda. El
hombre debe separar un poco sus muslos a la vez que la mujer debe tener
muy abiertas sus piernas para facilitar la penetración. La mujer poco
puede hacer con sus manos, en cambio el hombre que las tiene libres
puede acariciar los pechos de su compañera o bien el clítoris para darle
mayor placer.
15. Mujer Tumbada: El hombre se sienta
con su espalda recta y las piernas separadas. En esta postura no
necesita apoyo. La mujer se sienta a horcajadas sobre los muslos de su
compañero, mirándole a la cara y con las piernas dobladas y entrelazadas
por las nalgas de él. Una vez que éste la haya penetrado, ambos se
sujetan fuertemente de las manos y así el hombre ayuda a la mujer para
que eche su cuerpo hacia atrás hasta que su espalda completamente en la
cama o en el suelo.
16. Los dos Sentados:
El hombre se sienta con las piernas estiradas y muy separadas, mientras
la mujer también se sienta apoyando sus nalgas en el suelo o en la
cama, ella pasa sus piernas por encima de los muslos del hombre con los
pies estirados por la espalda de su compañero. Él coge a la mujer por la
parte superior de los brazos y ella se sujeta firmemente también por la
parte superior de los brazos de su compañero. Para facilitar la
penetración, la mujer debe levantar un poco las nalgas del suelo y
balancearse suavemente ayudada por el hombre.
Viernes
Virguerías.
Estas posturas que propongo son más difíciles, es necesaria cierta
elasticidad y algo de imaginación. Pero en general con un poco de
curiosidad, creatividad y ganas de pasarlo bien.
17. Entrelazada:
La mujer se sienta a los pies de la cama, casi al borde. El hombre se
sitúa delante de la cama con una rodilla en el suelo, mientras su otra
pierna se apoya en la cama, pero con el pie puesto en el suelo. Desde el
mismo momento de ser penetrada, la mujer entrelaza estrechamente a su
compañero con los brazos por la espalda y con sus dos piernas los muslos
de él. El hombre abraza fuertemente a la mujer por la espalda.
18. De la Alfombra:
El hombre debe tumbarse boca arriba con las piernas un poco separadas y
extendidas. En un primer momento la mujer se sienta a horcajadas sobre
él dándole la espalda, con las piernas dobladas y a los lados del
hombre. Una vez que se ha realizado la penetración, ella extiende su
cuerpo hacia adelante, para esto se ayuda de sus manos que las apoya
entre las piernas del hombre, mientras ella se mantiene de rodillas con
los pies afirmando las costillas de su compañero. Una vez que la mujer
ha conseguido apoyar completamente su pecho en la cama o en el suelo,
puede con sus manos acariciar los pies del hombre, mientras él, puede
hacer lo mismo con sus nalgas o sus pies que estarán más cerca. En esta
postura es la mujer la que debe realizar los movimientos de penetración,
inclinándose hacia adelante y hacia atrás, por lo que le conviene
sujetar los tobillos del hombre para tener un punto de apoyo.
19. El Columpio:
El hombre se sienta con las piernas separadas y estiradas, y las manos
apoyadas hacia atrás, su tronco también queda inclinado hacia atrás. La
mujer apoya sus nalgas en el suelo o en la cama, sus piernas flexionadas
pasan por los costados de su compañero, ella también apoya sus manos
por detrás de su espalda para que su cuerpo quede inclinado hacia atrás.
Para facilitar la penetración ella debe levantar ligeramente sus
nalgas. Esta posición no permite una penetración muy profunda y es
difícil mantener un ritmo para los movimientos coitales.
20. El Balanceo: Mientras el hombre permanece sentado con las piernas estiradas, la mujer se sienta a horcajadas sobre él dándole la espalda, con las piernas flexionadas, pasadas a los lados de las piernas de su compañero. Para que la penetración sea más fácil, el hombre coge a la mujer por las caderas como para levantarle un poco las nalgas. Una vez hecho esto, la mujer afirma sus manos en las rodillas de é y comienza a moverse hacia adelante y hacia atrás, como un suave balanceo. Mientras el hombre la sujeta por los hombros y la ayuda a moverse.
© Pilar Cristobal 2022